Imagen

El pañuelo es un raton 2

Esas coincidencia que se cuentan en carretes para la eternidad , al menos mi eternidad. Vastiak un amigo del que protegeré su identidad de muy mala manera, ha sido una influencia negativa occidentalmente hablando. Pero eso, se lo agradezco mucho y se ha transformado en una de las personas mas importantes en mi vida. Bueno bueno, la cosa es que este Vastiak me regalo un ratón. Un ratón protagonista de la última foto que saque en Chile y alimento mi ego por facebook. Una pequeña rata de no mas de 5 centímetros , venida directamente desde China por unos pocos pesos y que decidí bautizar como Frederick, sería más tarde el eslabón encargado de coordinar mi llegada a la hostal.

En el avión venia una chica linda, que capturo mi atención por unos momentos en policía internacional brasilena. Luego se subiría a la misma micro que me llevaría del aeropuerto al centro, y ahí estaba, a un metro y medio de distancia. Pero mayor seria mi impacto al fijarme de un pequeño y monstruoso detalle, en su boca  llevaba el clon de Frederick, exactamente el mismo raton! Si señoras y señores, el mismo. Era la señal, la manera de romper el hielo, la manera de pedir ayuda y saber quien era. Le grite lo suficiente como para que me escuchara y le dije el clásico – eres chilena? – y antes de que pusiera cara de aprobación, o rechazo saque de mi bolsillo a Frederick que a estas alturas se acaba ganar el cetro de amuleto. Es que era exactamente el mismo maldito ratón. Habían cruzado el pacifico quizás en un contenedor de mala muerte y serían el juguete de turno de muchos niños y adultos,  razones y vidas que cambiar,  pero la que a mi me competía era ese encuentro. Alce en toda la extensión que mi metro sesenta me permitió su figura, mi mano derecha con el ratón en empuñado y me gane su confianza, respeto y simpatía. A esas alturas estaba más que claro, era chilena.
Había llegado como yo durante la tarde y su hermana era quien la acompañaba, se dirigían atrasadas a una tocata, me dejaron en el metro con mas instrucciones que certezas y antes de irse fueron relevadas por un brasileño de buen corazón y cero espanol. Entre los dos como pudimos entre gestos y risas llegamos a mi estación de metro. Ahí me di cuenta de que estaba nuevamente solo y me acerque al mapa que esperaba me diera luces de como llegar a la calle Rua Assungi, el destino, meta y premio del día. En eso estaba cuando se me acerco una simpática brasilena quien se ofreció a llevarme directamente al hostal. Si, así termino mi odisea… ese miedo fundado por los mejores guionistas y directores de cine hollyoodense nuevamente se equivocaban. Al llegar a la hostal la suerte no cambio…y entre la lluvia y truenos que me recibía con gente caminando en short y polera , la duena salia 20160127_113434 con la noticia de que la única cama que quedaba en la sala de 4 personas estaba ocupada por lo que me pasaría una individual, con baño privado y un minibar. Un minibar, como los que tienen los mafiosos en las películas, o quizás tambien sea mentira como el miedo infundado que sentí en esa micro. Todo termino con un colombiano enamorado de latinoamerica y Brasil quien me dijo no podría vivir en Europa porque aca la gente es como somos.

siete
Dentro de las cosas tipicas. Conocer a un tipo buena gente, lo que no es tipico es que sean tan buena gente.Jorge El colombiano que me mostro Sao Paulo.

Ese cúmulo de características que nos avergüenzan en los rankings internacionales elaborados por gente diferente, es justamente nuestra mayor gracia como diría en buen chileno. Gracia.

Espero darme el tiempo, y ser capaz de independizarme de este invento táctil surcoreano para poder digerir un poco mas lo que veo, escucho y siento. Pero es difícil, a veces hay días que vale la pena contarlos un poco al detalle.

Mr. Frederick